26 de noviembre de 2007

Carta sin fecha

Amigo:
Sé que existes, aunque ignore tu nombre,
no lo he sabido nunca ni lo quiero saber,
pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre
que es el único modo de hablar de una mujer.

Esa mujer es tuya, pero también es mía.
Sé que es pecado, es cierto, si es pecado el amor.
Pero el rosal marchito que ya no florecía

no se siente culpable si le brotó una flor.

Ahora es de noche, llueve y yo te llamo amigo.
Yo que corte una rosa que era tuya, quizás.
Ella en su propia almohada tal vez sueñe conmigo
y tu que no lo sabes no la despertarás.


No importa lo que sueñe, déjala así dormida,
yo seré sólo un sueño sin mañana ni ayer.
Ella irá de tu brazo para toda la vida
y abrirá las ventanas en el amanecer.


Quédate tu con ella, yo seguiré el camino,
ya es tarde, tengo prisa, y aún hay mucho que andar
yo nunca rompo el vaso donde bebí buen vino,
ni siento nunca nada cuando voy hacia el mar.

Y pasarán los días favorables o adversos
y nacerán las rosas que nacen porque sí
Yo no sabré nunca si has leído estos versos
ni tu sabrás, tampoco, que los hice por ti.

JOSÉ ÁNGEL BUESA



No hay comentarios: